La esclerosis múltiple (EM), también conocida como mielopatía desmielinizante, es una enfermedad caracterizada por la aparición de lesiones desmielinizantes, neurodegenerativas y crónicas del sistema nervioso central. Actualmente se desconocen las causas que la producen, aunque se sabe que hay diversos mecanismos autoinmunes implicados. La propia inmunidad del paciente ataca la mielina del Sistema nervioso Central.
La mielina es una sustancia que rodea y aísla los axones neuronales permitiendo que los nervios transmitan sus impulsos rápidamente. En la EM, la desmielinización progresiva impide la transmisión adecuada del impulso nervioso.
Se suele manifestar con problemas de coordinación y equilibrio, debilidad muscular, alteraciones de la vista, dificultades para pensar y memorizar y sensaciones de picazón, pinchazos o entumecimiento, además de otros síntomas.
Tratamiento:
No existe cura para la esclerosis múltiple. Sin embargo se han encontrado varios medicamentos que son eficaces en su tratamiento, frenando el desarrollo de la enfermedad y combatiendo los síntomas.
Estos fármacos modificadores de la enfermedad se utilizan para disminuir el número de brotes. Los Interferones beta y Acetato de Glatirameno son las moléculas de más experiencia de uso, por ser las que primero se comercializaron.
Posteriormente, se han ido introduciendo nuevos fármacos, en primeras/segundas líneas de tratamiento, y nuevas vías de administración. La introducción de fármacos de administración oral, está suponiendo para el paciente una ventaja en cuanto a la comodidad de administración, frente a las terapias parenterales.
Estos fármacos se prescriben por especialistas del ámbito hospitalario y se dispensan exclusivamente en los Servicios de Farmacia del hospital.